Presentan en La Habana el disco Identidad de la cantante Yaima Sáez. Las notas discográficas están a cargo de Guille Vilar

La felicidad de no haber nacido en otra parte
Quien piensa que la realización de un gran disco radica en la selección de cualquier canción más o menos bien arreglada e interpretada a como de lugar, está literalmente perdido. La propuesta integral de lo que se concibe como un proyecto discográfico memorable, está marcada por un alto rango de creatividad cuando de talento excepcional se trata.
Yaima Sáez, con el CD Identidad, ha superado el alcance de los contornos musicológicos, al desbrozar áreas sutilmente imbricadas con fundamentos de la identidad de nuestra nación. Con una sobria selección del repertorio, Yaima se enaltece por la jerarquía de los autores escogidos. Desde Pablo Milanés hasta Liuba María Hevia o desde Juan Formell hasta Silvio Rodríguez, nos otorga un conjunto de ensueños hechos canciones cuyos dueños han dispersado para la eternidad en el alma cubana. Ante tal multiplicidad de enfoques conceptuales que resultan tan familiares como puede ser nuestra peculiar paisajística o la comida criolla, esta motivada cantante les corresponde con una esmerada diversidad estilística en donde la franqueza interpretativa junto al detalle del buen gusto y la exigencia profesional, encuentran morada lo mismo en el danzón que en la canción o en el son.
No se asombre si cuando termina de escuchar el disco, lo quiere poner de nuevo una vez más. Es debido al legado artístico de semejante obra. Quizás no lo perciba explícitamente, pero ese orgullo que le recorren sus venas, ha sido consecuencia de las profundas corrientes del amor cotidiano a lo cubano, amor que Yaima Sáez al lograr impregnarlo en sus melodías, revela al misterio de la identidad como aquello que nos proporciona la felicidad de no haber nacido en otra parte sino precisamente en esta Isla prodigiosa.
Nota discográfica de Guille Vilar para el CD Identidad, que bajo la producción de Bis Music, fue presentado este martes en el Centro Cultural Submarino Amarillo.
Tomado de Cubarte