El joven trombonista comenta sobre su actual trabajo discográfico

Eduardo Sandoval vive la realidad de su primer sueño
El joven trombonista, fruto de los Premios Jojazz, comenta a Suenacubano sobre su actual trabajo discográfico, el primero en una carrera novel que ya muestra significativos éxitos.
¿Cómo nace este disco?
Felizmente para mí, nace de una beca de creación que me otorgó la Asociación Hermanos Saiz (AHS), concebida para jóvenes creadores integrantes de su catálogo. La beca se llama Reino de este mundo. Estoy muy feliz con ello, porque es como una madre al tener su hijo.
Aun el disco no tiene nombre, contendrá alrededor de ocho temas, y se mueve dentro de la línea del jazz. Me gusta mucho lo que estoy haciendo, creo que a los músicos también. Nos encontramos en la etapa de mezcla, así que estamos en la recta final de este sueño.
¿De qué manera se ha concebido?
De los ocho temas, cinco son míos, uno es de Miguelito Núñez, con quien compartí el año pasado una gira nacional, cada uno con su proyecto, y en ese tiempo nació un tema que quise incorporar en este disco. El resto es una apropiación de clásicos de la música popular cubana como “Llanto de luna” y “Veinte años”.
¿Por qué esa búsqueda en el repertorio tradicional?
Siempre recuerdo el consejo que me diera en una oportunidad Gloria Ochoa, cuando me acerqué con la inquietud de realizar un disco. Ella me dijo: “todo está bien, pero siempre debes rescatar un tema con el que la gente se identifique, pues tu obra no la conoce nadie”; por ese camino de búsqueda ya me apropié, dentro de mi trabajo, de temas como “Novia mía”, “Plazos traicioneros”… hasta llegar ahora a “Llanto de luna” y “Veinte años”.
¿Músicos que te acompañan en la aventura?
Rafael Aldama en el bajo, Alain Ladrón de Guevara en la batería, Jorge Riso en el piano, David Swing en la percusión menor. Tuve como invitados a Rolando Luna en el piano, Alejandro Falcón alternó también con él, a Tommy Loury en la trompeta, y a Michel Herrera, quien, además de interpretar en el fonograma, tiene a cargo la producción musical. Los ingenieros de sonido fueron Alejandro y Eduardo. Grabamos en los estudios de EGREM, ubicados en calle 18, Playa. Desde ya el disco tiene un premio: Beatriz Márquez, La Musicalísima, interpretó el tema “Llanto de luna”.Eso fue tremendo, nunca la imaginé insertada en un proyecto mío, fue una experiencia tremenda.
¿Cómo fue la elección de Michel Herrera como productor?
Ante todo, somos muy amigos desde los tiempos de la escuela y compartimos muchos criterios estéticos en torno a la música; él conoce bastante mi música y lo que necesito expresar con ella.
Sucede que me siento continuador de la música de Juan Pablo Torres, a quien considero el más grande trombonista cubano. Estoy identificado con su obra, esencialmente, por el hecho de que hago música mía, pero también rescato temas antológicos de la música cubana. Y eso era lo que él defendía.
A partir de este trabajo, ¿dónde te vemos en concierto?
Según mis pronósticos, quisiera poder hacer un concierto anual, y espero para fines de este año presentar ya no solo los temas compilados en este fonograma, sino también sumarles lo nuevo que ya está creado.
¿Expectativas con el disco?
Quisiera que a muchas personas les guste, que la gente se relaje con mi disco. Me gusta mucho la onda medio comercial, que suene todo tranquilo, bonito. Siempre se necesita un tema un tanto oscuro para que la gente sepa hasta dónde se llega, pero prefiero la onda más tranquila. El trombón, para muchos, tiene un sonido fuerte, y justo lo que quiero es suavizarlo, ponerle cierto filing.
Lo bueno es que he podido moverme en públicos diferentes y me ha funcionado. Eso me hace más feliz aún.
En medio de los trajines finales que trae consigo este trabajo, el primero del valioso músico, y de la preparación de su repertorio en sus espacios habituales: Café Miramar y La Zorra y el Cuervo, Eduardo Sandoval ultima detalles con la jovialidad que lo distingue y la seguridad de hacer lo que quiere. Los resultados así lo afirman, mientras, disfruta trabajando y vive la realidad de su primer sueño.