José María Vitier García-Marruz

La Habana, 7 de enero de 1954

Compositor, pianista y músico cubano. Su trabajo abarca un amplio espectro, pues ha escrito música para diferentes medios como televisión, teatro, cine y radio. Digno hijo de dos grandes exponentes de la cultura cubana, Cintio Vitier y Fina García-Marruz, siempre ha defendido lo mejor del repertorio musical de Cuba.

Inició sus estudios de piano en 1962 con Cecilia Echevarría, los continuó en 1965 con Margot Rojas, entre 1968 y 1975, fue alumno del Conservatorio Amadeo Roldán, donde tuvo como maestro a César López. Este último año se traslada a Matanzas para trabajar como profesor de la Escuela Provincial de Música.

En 1977 ingresó como pianista y compositor al Grupo Síntesis, a la vez fue profesor de la Escuela Nacional de Arte; en 1979 viaja a Bulgaria para participar, como pianista acompañante de la violinista Rosa María Estrada, en el Festival Bandera por la Paz; en 1983 fundó y dirigió su propio grupo.

Durante sus cinco décadas de trayectoria musical, este reconocido músico cubano ha defendido disímiles géneros musicales. De igual manera, se ha presentado junto a importantes figuras del arte nacional e internacional en escenarios de todo el mundo. Solo por citar algunos ejemplos, en 1993 viaja a Canadá, donde ofrece conciertos con su música para piano, acompañado por la saxofonista canadiense Jane Bunnet, el contrabajista Carlos del Puerto (hijo) y el pianista Frank Emilio, con quienes actuó en el Glenn Gould Theatre de Toronto; posteriormente se traslada a México para participar en el Festival Cervantino, con la cantante Miriam Ramos y Carlos del Puerto. En 1994 viaja a España con Pablo Milanés; entonces recibió el premio Pananbí, por la música del filme Fresa y chocolate, en el V Festival de Asunción, Paraguay; este filme fue nominado al premio Oscar. En 1995, Vitier integró el jurado del Segundo Concurso Internacional de Piano celebrado en Ciudad Juárez, México.

Como compositor, su obra se caracteriza por el lirismo, y en ella resalta la influencia del rock, el jazz y la trova, así como una asimilación creadora de la tradición clásica europea. Podría decirse que su música tiene la particularidad de resumir las sonoridades que nos resultan más cercanas y atractivas de los diferentes géneros musicales de que se nutre; se trata, quizás, de una expresión nueva de la música popular cubana.

Su labor como compositor lo ha llevado a crear obras para instrumentos pero también para cine y televisión. De su autoría es la música de las series En silencio ha tenido que ser (en colaboración con Sergio Vitier), 1979; Julito el pescador (en colaboración con Sergio Vitier), Día y noche, 1989 y El siglo de las luces, 1992.

En el cine reconocidas películas han contado también con sus obras tal es el caso de Polvo rojo y Techo de vidrio, 1982; Fresa y chocolate, 1993; Cosas que dejé en La Habana, 1997 y Un paraíso bajo las estrellas, 1999.

José María Vitier fue nominado al Premio Grammy por Salmo de las Américas, como mejor álbum de música clásica 2000. También fue galardonado en el Cubadisco 2002 con Canciones del buen amor, en la categoría Mejor Compilación.  

Con información de Ecured

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