A los tres años disfrutaba de las melodías y demostraba su vocación musical. Asegura que pudo regocijarse desde pequeño con las interpretaciones de los artistas en la Casa de la Trova de Santiago de Cuba, ubicada en en la esquina de su escuela.
Hasta allí iba de pequeño todos los días para escuchar al Septeto Santiaguero, Eliades Ochoa, Compay Segundo y otros.
Inició sus estudios de piano a los siete años, en la Escuela Vocacional de Arte de la oriental provincia, sin embargo, decidió dedicarse al saxofón.
Comenzó su carrera profesional con el grupo santiaguero Muralla. Tras una presentación en el club habanero de jazz “La Zorra y el Cuervo”, durante las sesiones del JoJazz, le abrieron todas las posibilidades; en el público deleitó a los maestros Bobby Carcassés, Alexis Bosch y César López.
Cuando Miyares terminaba el servicio militar activo, ya tocaba con Interactivo, donde aún se mantiene como instrumentista.
Años después, acompañó a Carlos Varela, Alexis Bosch y otros grandes del panorama musical cubano. Formó parte del grupo de Chucho Valdés, Afrocuban Messenger’s, y participó en la grabación del fonograma Chucho Step’s, ganador del Grammy 2011 y el Gran Premio Cubadisco de ese mismo año.
Tras este éxito, Miyares tuvo la idea de preparar su disco en solitario, donde prevaleciera su autoría en casi todos los temas. En 2012 la disquera Bis Music contaba entre sus propuestas con el disco Chucho Valdés presenta a Carlos Miyares, gracias al apoyo incondicional del maestro del jazz cubano, desde el regalo de su interpretación para el CD hasta el título del fonograma.
La producción musical resultó un mano a mano entre Miyares y Valdés. Fue grabado durante los días 2, 3 y 12 de diciembre de ese año, en la última jornada Chucho estuvo al piano.
Destacados músicos participaron en las grabaciones: Oliver Valdés, en la batería; Tony Rodríguez, en el piano; Yaroldy Abreu, en la percusión, y Lázaro Rivero, “El Fino”, como bajistas.
En las palabras al fonograma, el destacado musicólogo Leonardo Acosta asegura que “en esencia se trata de un sonido lleno, pero limpio, tanto del vibrato excesivo como de la estridencia y el virtuosismo de puro alarde; se asemeja, en síntesis, al John Coltrane de Balladas, el mismo saxofonista que inició el estilo más virtuoso y excepcional del jazz”.
Así, temas como “Rumba en 5ta y 32”, “Calzada y D”, “3:15 p.m.”, “Y&C” y “En tumbao pa’ Koki”, desfilan por el pentagrama musical de la mano de Carlos, con una extraordinaria habilidad para enaltecer la belleza del discurso melódico. Este fonograma fue nominado al Cubadisco 2013, en el apartado de Jazz Cubano.
Sobre este material discográfico ha valorado el músico: “quería que todo el mundo se sintiera identificado, desde un pelotero hasta un crítico de música. Normalmente, los primeros discos de los músicos de jazz sacan todo de sí y hacen discos muy buenos, pero que las personas no lo entienden, es demasiada la información. En cambio, yo decidí tocar algo más calmado y que a la vez fuera buena música, un CD de jazz latino para todos los gustos. Estoy satisfecho”.
Actualmente, Carlos Miyares se presenta con Cuban Quintet en diferentes escenarios de Cuba y el mundo. Precisamente, de estas experiencias ha logrado dos discos: Carlos Miyares Cuban Quintet Live at Bellas y Carlos Miyares Cuban Quintet Live at Palais Ennejma Ezzahra. Ambos álbumes se encuentran disponibles en iTunes y otras plataformas de consumo de música digital.